Una sesión práctica de pensamiento crítico
Por Romina Biga, Susana Beatriz Fernández, Marcos Guerrero, Silvia Cano, Alexander Díaz Campos, Miriam Bertone, Guillermo Rodriguez, Maria Ines Piaggio, Montse Martí, Elisa Jimenez Grant, Katherine Guerrero, María Gabriela Salatino, Germán Tenorio, Rafaela Menoscal, Sol Ines Perez, Pedro Martínez Marecos, Cecilia Villavicencio, Francisco Vargas Fragosa., Barbara Battaglino, Karina Avendanño, Tulia Ocampo Gaviria, Leonor Alvarez, Marcela Scarone, David Spooner, Analía Oursi, Maite de la Fuente Zofío, Eugenio López Braos, Prof. Alfonso Perendones, Cristina Flammini, Eugenia Arias, Prof. Jesús Montoro Ruiz, José Enrique García Cebrián
Si la esencia de TdC es practicar el pensamiento crítico, la mejor manera de aprender a saber cómo conocemos es saber formular preguntas adecuadas. A lo largo de este curso, veremos la importancia de las preguntas. Casi es más importante formularlas que contestarlas. La mejor manera de iniciarnos en esto, es preguntarse sobre lo que creemos que sabemos.
El siguiente texto está extraído del libro de CHABRIS, C. y SIMONS, D:, El gorila invisible es de gran ayuda para reflexionar sobre cómo sabemos lo que sabemos y para iniciarnos en TdC. Es una propuesta de práctica para hacer con los estudiantes:
LA VIRTUD DE SER COMO UN NIÑO FASTIDIOSO
Ahora le pedimos al lector que se tome un momento y que trate de representarse en su mente la imagen de un bicicleta. Mejos aún, si tiene una hoja de papel, puede dibujarla. No se preocupe por realizar una gran obra de arte; simplemente tiene que centrarse en incluir las principales partes en el lugar correcto. Dibuje el armazón, el manillar, las ruedas, los pedales, etc. En aras d ela simplicidad, es mejor que sea una bicicleta de una sola velocidad. ¿La tiene?. Si tuviera que calificar su conocimiento de cómo funciona una bicicleta en escala de 1 a 7, donde 1 significa ningún conocimiento y 7 sgnifica un conocimiento completo, ¿qué puntuación se daría?.
Si el lector es como la mayoría de las personas que participaron en un estudio de ingenio ideado por la psicóloga británica Rebecca Lawson, tendrá la sensación de saber mucho de bicicletas (ellos, en promedio, calificaron su nivel de conocimiento en 4,5). Ahora, mire su dibujo o recree su imagen mental y luego responda las siguientes preguntas. ¿Su bicileta tiene cadena? De ser así, ¿la cadena está ubicada entre las dos ruedas? ¿El armazón conecta las ruedas delantera y trasera? ¿Los pedales están ligados con el interior de la cadena? Si dibujó una cadena que engancha las dos ruedas de su bicicleta, piense cómo hacen para moverlas -la cadena tendría que alargarse cada vez que la rueda delantera rotara, pero las cadenas no son elásticas-. De manera similar, si un armazón rígido conectase ambas ruedas, la bicicleta solo podría ir derecho. Algunas personas colocan los pedales fuera de la cadena.
(...) Aunque las personas son capaces de entender cómo funcionan las bicicletas, confunden esta capacidad con su conocimiento interiorizado de lo que es una bicicleta.
Este experimento ilustra un aspecto fundamental de la ilusión de conocimiento.
(...) Invitamos al lector a que piense en cada uno de los siguientes objetos y que luego juzgue el conocimiento que tiene de ellos en la misma escala (1 a 7): un indicador de velocidad de un automóvil, una cremallera, la tecla de un piano, un inodoro, una cerradura cilíndrica, un helicóptero y una màquina de coser. Ahora pruebe a hacer otra tarea: escoja el objeto al que le dio mayor puntuación, el que cree que entiende mejor, y trate de explicar cómo funciona. dé el tipo de explicación que le daría a un niño persistentemente inquisitivo -trate de generar una descripción detallada paso a paso de cómo y por qué funciona-. Es decir, intente dar cuenta de las conexiones causales entre cada paso (en el caso de la bicicleta, tendría que decir por qué el pedaleo hace que las ruedas giren, no solo que pedalear las hace girar). Si no está seguro de cómo se conectan causalmente dos pasos, cuente eso como un fallo en su conocimiento.
(...) Este test es similar a una serie de experimentos que Leon Rozenblit llevó a cabo como parte de su tesis doctoral en la universidad de Yale junto al profesor Frank Keil.
(...) Rozenblit abordó a los estudiantes en los pasillos del edificio de psicología y les preguntó si sabían por qué el cielo era azul o cómo funciona una cerradura cilíndrica. Si respondían que sí, jugaba el juego que denomina "el chico de los porqués", y que describe de la siguiente manera: "Te hago una pregunta y mes das una respuesta, y yo digo "¿por qué es así?". Con el espíritu de un niño curioso de cinco años, tras cada explicación formulo otro "¿por qué es así?", hasta que la otra persona terminapor fastidiarse". El resultado inesperado de este experimento informal fue que las personas se daban por vencidas realmente muy rápido -respondían una o dos preguntas antes de llegar a un fallo en su conocimiento-.
(...) Tal vez el aspecto más sorprendente de la ilusión sea con qué poca frecuencia nos molestamos en hacer algo para determinar los límites de nuestro conocimiento.
(...) Todos caemos presas de la ilusión, porque simplemente no reconocemos la necesidad de cuestionar nuestro propio conocimiento"
Después de recrear estos experimentos con los estudiantes, se puede intentar hacer lo mismo con conocimientos referidos a las asignaturas que están cursando para hacerles entender que el mecanismo de estos experimentos es lo que vamos a hacer en TdC, en relación a las distintas áreas de conocimiento y a las experiencias individuales de aprendizaje o las vivencias en CAS.